Me Encantaría Decirte...

jueves, 23 de octubre de 2008

El cuerpo no siente, el alma y el corazón lloran, las lagrimas se estancan en la mirada triste que se detiene cada noche para recordarte. La mente se dispersa, las imágenes se chocan y apareces tú, para envolverme con tus besos, tus miradas, tus caricias, tus palabras que me transportan a ese mundo diferente en el cual estamos tú y yo.

Es sencillo pensarte, quererte, recordarte. Es difícil sentirte, hablarte, tenerte. Eres el inicio de un todo y el final de la nada. Esperar lo que no va a ser y terminar con lo que imagine. Callar cuando quiero hablar, pensar cuando quiero sentir, llorar cuando debería reír.

Todo es tan distinto aquí, todo parece estar bien, tan normal, tan casual, tan ajeno a ti. Intento acercarme decirte lo que pienso, lo que siento, lo que quiero. Es imposible. Las palabras se quedan en la garganta vuelven al corazón y se quedan ahí, causando esa angustia sin fin, esa ansiedad, esa incertidumbre de no saber que será, de que sería si tan solo te digo lo que por mi mente pasa en este momento.

Me escondo en las sombras, me aparto de ti, no quiero verte, escucharte, no quiero saber nada que me haga recordarte. No logro alejarme, tus ojos me persiguen, tus manos me llaman, tus labios me atrapan. Quiero besarte pero no lo hago si tú no lo haces.

No puedo hacer mas, el corazón se rehúsa a perderte, a olvidarte, a dejarte atrás. Me hundo en mis sentimientos, los trato de ocultar, me miro en el espejo pienso que ya no estas, pero en realidad aún te siento, te pienso y te quiero.